En muchas ocasiones, la urgencia de compartir con los demás nuestra visión y propósito del alma a través de nuestro trabajo, nos conduce a ser impulsivas y a dispersarnos en el enfoque de lo que queremos transmitir. Podemos hacer mucho y al mismo tiempo no estar impactando ni progresando en nuestro objetivo, lo que puede ser muy frustrante.

Sé de lo que te hablo, porque en demasiadas ocasiones he estado ahí. Especialmente cuando se trata de seguir con el ritmo acelerado que las tendencias marcan sobre lo que es “ser una profesional de éxito”.

Así que me sintonicé con una manera de abordar mi visibilidad y mis promociones mucho más afín a quién soy y a cómo me gusta hacer las cosas: de una manera sencilla.

Y quiero compartir contigo cómo voy rompiendo el patrón del “hacer compulsivamente”:

? Disminuyendo mi ritmo de trabajo: cosa que no ha sido sencillo, porque casi toda mi vida he sido una mujer de fuego y acción. Sigo actuando, pero desde otro lado. Ahora disfruto más de mi tiempo.

? Asentando mi mensaje: Utilizando un lenguaje cada vez más simple y directo sobre los resultados que quienes se acercan a mi trabajo, pueden conseguir.

? Tomando acción a corto y medio plazo: no soy una mujer que planifique a mucho tiempo vista, porque he alcanzado un cierto equilibrio entre proponer y dejar que las cosas sucedan, entre planificar y dejar espacio para lo imprevisto. Ahora programo mis actividades a solo tres meses vista o incluso menos.

? Frenando mi necesidad de Crear: Durante algunos años estuve en un proceso muy intenso de creación de muchos de mis programas y actividades. Ahora soy más cautelosa a la hora de invertir mi tiempo en manifestar cualquier chispa creativa que llega a mi. Tomo nota de ellas, pero las aparco deliberadamente para tomarlas en consideración en un futuro.

? Hacer más con menos esfuerzo: la mayoría de las prácticas que se realizan en el marketing, están basadas en la cantidad y no en la calidad. Se hace referencia a la cantidad de anuncios, correos y ofertas que has de realizar para conseguir clientes y no tanto a la calidad de las comunicaciones. Y he descubierto que menos es más cuando se hace de una manera enfocada.

? Ser paciente con mis tiempos: A veces la disciplina es recomendable, otra no. Y es que honrar mis propios tiempos también ha sido una vía de autoconocimiento que me hace fluir más con lo que siento y no tanto con lo que “se dice que debo”.

? Nutrir a mi Comunidad en la justa medida: Estoy aprendiendo a nutrir más que a empachar. Son tantos los estímulos que recibimos últimamente a través de las redes sociales que al igual que yo misma me puedo empachar con tanta información, siento que a las demás les pasa lo mismo. Así que estoy atenta a nutrir sin empachar, a compartir sin abrumar y a ofrecer mis servicios sin empujar.

Es posible que este enfoque que os comparto no me haga generar dinero rápido o resultados grandiosos, pero me ayudan a establecer una base firma para mi trabajo y atraer a una audiencia que esté receptiva a aprovechar mis ofertas de trabajo sin demasiado alboroto o promoción.

¿Cuál de estos aspectos se identifican más con tu enfoque profesional?