Hoy quiero hablarte sobre la INSPIRACIÓN y de que sentirnos inspiradas por otras personas, puede ser a la vez una bendición o bien un problema en nuestro camino. Creo que es un tema muy interesante que abordar, especialmente en estos tiempos.
Cuando nos acercamos a una persona que ha alcanzado cierto grado de Maestría sobre la vida, nos sentimos inspiradas y quizá nos atrevamos a caminar a su lado para emular sus logros y alcanzar aquello que deseamos. Pero la mayoría de las veces lo que recibimos no es lo que deseamos, sino lo que necesitamos para dar un siguiente paso en nuestra evolución y esto puede incluir aprender de nuestras propias decepciones.
Y es que a pesar de estar abiertas a un cambio real interno, puede que no siempre nos guste lo que esa experiencia nos proporciona. Lo saludable en el proceso es descubrir que esas personas también “son humanas” y si las encumbramos demasiado en nuestra psique, podemos llegar a decepcionarnos, simplemente porque esperamos demasiado de ellas. Aquí la lección podría ser “inspiración no es igual a perfección”, ya que todos estamos en el mismo proceso de autoaprendizaje y quienes nos inspiran también tienen sus retos que afrontar. Tomemos lo que nos sirva y sigamos caminando.
Es muy lícito admirar algunos aspectos de una persona, pero dejarse influenciar en todo, por quien admiramos, puede ser algo peligroso, ya que dejas tu poder en las manos y caprichos del otro. Cuando idealizamos, lo que hacemos es mitificar a esa persona y esto nos puede llevar a actuar “ingenuamente” y por ende a decepcionarnos. Y cuando nos decepcionamos, de una manera impulsiva, tendemos a apartarnos de esa persona, apagando una luz que puede iluminar un tramo de nuestro camino.
Si dejamos de exigir a la persona que nos inspira la perfección que nosotras mismas no tenemos, podremos apreciar sus talentos en esa área que nos inspira y no desaprovecharlos pensando que si no es perfecta en todo, no es válida. No existe nadie que te pueda inspirar al 100% ni nadie que te pueda decepcionar al 100%. Por eso quiero compartir contigo algunas palabras que te pueden orientar cuando te encuentran con personas inspiradoras a las que sientes el impulso de seguir, de manera que lo hagas con conciencia y no de manera ciega o ingenua:
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Si admiras la honestidad de otra persona, explora la honestidad hacia ti misma y hacia los demás. La coherencia entre lo que sientes, piensas y haces es importante en tu camino de desarrollo.
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Si admiras su capacidad de inspirar, observa como con tus actos, tú también eres capaz de inspirar a otras personas y valorarte.
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Si admiras la manera en la que afronta sus desafíos, aprende a afrontar los tuyos con entereza y responsabilidad. Cada ser humano ha de aprender a gestionar los suyos propios con la mejor actitud.
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Si admiras su compromiso con la vida, observa cómo y porqué rompes tus propios compromisos hacia ti misma y hacia los demás. A veces decir NO es lo más apropiado antes de comprometerte a algo que no vas a cumplir.
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Si admiras esa parte más sabía de sí misma, deja de estorbarte y permite que la sabiduría germine en ti para que fluya a través tuyo.
